Todos hemos tenido, tenemos o tendremos un cazo como el de Lorenzo.
Quizás, algunas
veces pensemos que es molesto o que nos impide hacer cosas.
Pero…tenemos que aprender a ver lo positivo y convivir con él, como Lorenzo, que acaba llevando su cazo rojo metido en
un bolso, lo cual, le permite superar los obstáculos con menos esfuerzo y mayor
motivación.
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